viernes, 24 de abril de 2020

Después de usted ...





Con dos días de diferencia, en una época de sensibilidades al descubierto, se fueron dos artistas argentinos muy conocidos y muy apreciados. Dos representantes de una parte del ser argentino. El Negro Fontova y Marcos Mundstock se fueron muy cerca el uno del otro, como si se hubieran puesto de acuerdo.
- Che, ¿quién va primero?
- Pasá vos.
- No, mejor pasá vos.
- Está bien, voy yo, pero no me dejes solo.
- Te estoy pisando los talones.
Y allá fueron. A mí, me inspiró escribir algo así:





Claudia M. Monasterio


miércoles, 22 de abril de 2020

La contra-conspiración

Si, como dicen algunos, hay una conspiración por ahí (y no lo descarto), pues bien, hagamos la contra-conspiración. ¿Acaso ha habido alguna vez un salto evolutivo sin opuestos? Alguien podrá cuestionar: ¿y quién dice que esto es un salto evolutivo? A mí me lo parece y muy en serio. ¿Por qué no hacer, entonces, la conspiración de los alquimistas?  (Me viene el recuerdo del libro homónimo). ¿Qué se requiere? Una alquimia, en la vida individual, lo suficientemente profunda y honesta como para provocar la transformación radical de los sistemas que nos han estado doblegando vida tras vida, de un modo sutil, encubierto, decisión tras decisión, publicidad tras publicidad, moldeando un mundo apto sólo para dos opciones: víctimas o victimarios. En síntesis: esclavos. En lo que a mí respecta, no tengo ningún ánimo de volver a esa normalidad imperante hasta hace dos meses.

Sé que este aislamiento impuesto no terminará ni mañana ni pasado y que tampoco será de un día para el otro. Por eso, ya no especulo con una fecha estimativa. En este tiempo, en cambio, mi principal curiosidad se cierne sobre cómo se irá manifestando, en lo externo colectivo, lo que realmente está ocurriendo en nuestras vidas hoy, aunque no tengamos mucha conciencia de eso mientras ocurre.


Para mí,  éste es claramente un tiempo de aceptación, lejos de asemejarse a la resignación o la sumisión. Aceptar que la forma de vida otra, con sus pros y sus contras. Por mi parte, creo que la cuarentena no va a tener un final definido; sólo irá modificándose, y ya ha comenzado a hacerlo. En ese mientras tanto, seguramente vayamos encontrándonos ante diferentes escenarios en los cuales se nos pida que despleguemos toda nuestra creatividad al servicio de la mejor actuación posible. Creatividad y atención; estar despiertos, 
despabilados,  para no quedar atrapados en la redes antisociales.

Hacer de nuestras vidas un crisol ardiente donde fundir nuestra historia personal para verla renacer encendida con fuerza nueva.



Claudia M. Monasterio

martes, 21 de abril de 2020

DIÁLOGO II



~       
Cuarentena: un mes y un día. Agua, lavandina, lampazo.  Mano izquierda por debajo, mano derecha sobre la parte superior del palo que se oblicua (u oblicúa) para iniciar su habitual movimiento en 45 grados.



~        ¡Basta!
~      (YO)  ¡Mierda! ¿Quién gritó? Esta puta cuarentena me está afectando mal.
~        ¡No es la puta cuarentena! ¡Soy yo!
~     (YO)    ¿Quién? No veo a nadie. ¡Por favor!!!
~        ¡Soy yo, mirá para abajo!
~       (YO)  Sólo veo el piso - balbuceo temerosa, al borde del desquicio.
~        Y sí, ¿qué otra cosa querés ver si te la pasás limpiando  como una energúmena?      

          Dejame una manchita aunque sea, una miguita de pan.
~        (YO)  ………….
~        (PISO) Sí, soy yo, nena, el piso, no estás loca… Bueno, un poco.
~        ¡No lo puedo creer! Hace días hablaba con la tarjeta Sube, hoy con el piso… ¿Qué 
stá pasando?
~        (PISO) Está pasando que me estás volviendo alérgico a la lavandina. ¡Eso está pasando!
~        Uy, perdón.
~        (PISO) Perdón, lo siento, gracias, te amo. Decime las cuatro palabritas y a lo mejor te 
creo.
~        ¡Ah, vos también con el Hoponopono!
~        (PISO) ¿Jopo qué?
~        Dale, no te hagás el bolú que sabés muy bien de qué hablo.
~        (PISO) Sí, sé de qué estás hablando, porque lo estás practicando todos los días. Te 
escucho.
~        ¿Cómo que me escuchás? ¿No lo digo para mis adentros?
~        (PISO) Bue, parece que no siempre.
~        Sí, es una práctica que conozco desde hace tiempo y la verdad es que me hace 
mucho bien. En estos días se me dio por retomarla…
~        (PISO) Claro, y te tomaste muy en serio lo que enseñan por ahí: que hay que limpiar.
~        Y sí…
~        (PISO) Y sí, ¿eso es todo lo que se te ocurre decir?
~        ¿Y qué esperás que te diga? En todo caso, sé claro y no te andes con tanta vuelta.
~        (PISO) No quiero que me digas nada en particular. Sólo

     me gustaría, me haría casi feliz, me aportaría una 
    inconmensurable satisfacción, que pusieras más esmero en
          limpiar hacia adentro que sobre mi superficie.
~        ¿Hacia adentro de qué?
~        (PISO) Ah, bueno, tenemos un día hoy …
~        Sí, un buen día. Hoy me levanté con alegría.. Buen día con alegría. Y me salió r
imado jaja.
~        (PISO) ¿Y expresás tu alegría fregándome en las narices tu trapo con lavandina? ¿No tenés algo un poquito menos aséptico?
~        No me respondiste a eso de limpiar hacia adentro.
~        (PISO) Vos sabés a qué me refiero. Ya tenés años en esto.
~        Sí, tengo años … tengo unos cuantos…
~        (PISO) Uy, se viene el tango, prefiero que sigas con el trapo.
~        Ja ja, muy gracioso. No pensaba hacer ningún tango con el tema de la edad, no es 
mi estilo, así que retomo el hilo de tu conversación…
~        (PISO)Gracias.
~        Por nada…. Como decía, siguiendo con el tema que propusiste..
~        (PISO) Bueno, fue un recurso de supervivencia.
~        Ah, genial, no te interesa.
~        (PISO) Sí, claro que me interesa.
~        Ok,  vayamos allí entonces. Por supuesto que sé de qué se trata eso de limpiar hacia 
adentro. Hacia el interior de una
~        (PISO) O uno.
~         Limpiarnos por dentro de todo lo que ya no nos sirve, lo que ya cumplió su ciclo...
~        (PISO) Sí, muy linda la teoría, pero ¿sabés qué? Me aburre.
~        Bueno, seguí vos ya que la tenés tan clara.
~        (PISO) De acuerdo, pero soltá ese palo, por favor. No puedo dejar de mirarte como 
una amenaza. No te ofendas, ¿eh?
~        Una amenaza ..mmm, interesante.. como el virus…
~        (PISO) Ahí me gusta más.
~        Me alegro. Decía: como la amenaza que parece significar este ser invisible que tiene 
a la humanidad en jaque.
~        (PISO) Efectivamente, un algo invisible y sin embargo tan potente como …
~        Como para ejercer semejante influencia.
~        (PISO) Estamos haciendo un buen equipo, ¿eh?
~        ¿Ahora te gusto?
~        (PISO) ¿Seducción?
~        Pregunta directa.
~        (PISO) Respuesta directa: me gustás.
~        ¿En qué sentido?
~        (PISO) Ya lo arruinaste. Sigamos con el tema.
~        Sí, mejor. ¿De qué estábamos hablando?
~        (PISO) De la limpieza…. ¡No, el trapo no, por favor!!
~        Ja ja, era un chiste, sólo quise molestarte un poquito.
~        (PISO) Como siempre.
~        Bue, sigo yo.
~        (PISO) Como siempre.
~        En resumen: A) pequeño ser imperceptible aterra a toda la humanidad. B) ¿Qué hay 
que limpiar? C) Todo lo invisible que hay en nuestra mente actuando de un modo         imperceptible y que no nos atrevemos a indagarlo porque nos aterra como si fuera un tremendo monstruo.
~      (PISO) ¿Y cuál vendría a ser tu monstruo?
~        Es lo que estoy limpiando.
~        (PISO) ¿Evadiendo la pregunta?
~        Evadiendo la respuesta, pero sólo para vos, no para mí.
~        (PISO) …………
~        ¿No hablás más?
~        (PISO) Es que quedé absorto en tus reflexiones. Casi brillante lo tuyo.
~        No tan brillante como podrías verte si te pasara el trapito de nuevo.
~        (PISO) ¡Basta! ¡Piedad, por favor!
~        Era otra broma ja ja. Relajate, que ya estoy aflojando con la lavandina.
~        (PISO) Al fin una buena noticia.
~        Sí, la buena noticia es que podemos estar bien y que el 

        monstruo tan temido puede convertirse en una mota de polvo ...
~        (PISO) Como las que ya no quedan sobre mí.
~        ¿Sabés que ahora me despertás compasión? Que no es lástima, ¿eh? Compasión: 
comprendo tu sentir.
~        (PISO) Ah, y yo empiezo a quererte.
~        Y yo a quererme.
~        (PISO) Misión cumplida.



viernes, 17 de abril de 2020

¿Y el pájaro voló?


Según dice por ahí, dijo Alejandro Jodorowsky:  El ave que nace en jaula cree que volar es una enfermedad”.


Y hoy se me da por citar. Dice el autor argentino César Isella en una de sus muy sentidas canciones: "Si es el dolor al fin quien nos iguala y la esperanza quien nos ilumina". En este vicio de versionar las canciones (como las comidas), solía cantar para mis adentros “es el amor al fin quien nos iguala y …..”, porque esto me resonaba más. Hoy, después de casi un mes de estricta cuarentena y de sentires que se desperezan y bostezan desconcertados, se levantan y se inclinan, se miran a veces sin reconocerse, me animo a decir que el dolor sí nos iguala, porque tu dolor es como el mío, y mi dolor es como el tuyo. El dolor es dolor. Aun así, no puedo 
evitar el pensamiento que le sigue: que si me quedo sola en el dolor y vos te quedás atrincherado en el tuyo, seremos dos pájaros tristes que no supieron 
lo que es volar. Entonces, avanzo un poco, tal vez trastabillando,  y algo me dice que si después de igualarnos en el dolor nos encontramos en el amor, nos igualaremos en un vuelo alto, altísimo, y nos tragaremos el cielo, como dice la canción, y podremos sentirnos fuertes como nunca antes. ¿Será? Pero ... ¿y qué es lo que mantiene al pájaro enjaulado?



(Cuarteto Zupay- Levántate y canta)






Claudia M. Monasterio


               

martes, 14 de abril de 2020

DIÁLOGO I (con mi tarjeta SUBE )


Paso, como siempre, junto a la mesita donde reposa mi tarjeta SUBE. De pronto, hoy reparo en ella. ¡Cuántos días sin usarla! Me dispongo a seguir de largo, cuando una vocecita me detiene en seco.




~       (SUBE) ¡Eh, a dónde vas!
~       (Yo)  ¿Perdón, me hablás a mí?
~       (SUBE) Sí, a vos, ¿a quién si no? ¿Hay alguien más por aquí?
~       Que yo sepa, no.
~       (SUBE) Bueno, entonces no te hagas la gil y dame bola.
~       Ok, decime, te escucho.
~       (SUBE) ¡Estoy aburrida! ¿Qué pasa que no salimos?
~       ¿Qué, no te enteraste? Hay una pandemia.
~       (SUBE) ¿Pandemia? ¿De qué?
~       Dicen que de un virus al que llaman COVID-19.
~       (SUBE) ¿Y qué quiere decir eso?
~       ¡Yo qué sé!
~       (SUBE)  ¿No sabés y repetís nomás?  ..... Bueno, no me pongas esa cara. Pensemos, imaginemos. Vamos a jugar.
~       ¡Uy, se nota que estás aburridísima, pero dale, imaginemos! Vos primero.
~       (SUBE) Es muy fácil.
~       ¿Ah, sí?
~       (SUBE) Sí, fijate. Co, de cooperación
~       Mmmmm…
~       (SUBE) Vid…
~       De vida me vas a decir.
~       (SUBE) Claro, pero no me interrumpas socarronamente.
~       Ja, ja, qué palabrita pelaste. ¿Y ya está? ¿Eso es todo?
~       (SUBE) Escuchá: vida en cooperación, cooperar es vida, a cooperar nos llama la vida…
~       Bueno, bueno, está bien, brillante lo tuyo. ¿Y el 19? ¿Qué me decís del 19?
~       (SUBE) Decime vos, es tu turno.
~       Qué pesada que sos. No sé, el 19 …. el 2019, el año pasado.
~       (SUBE) ¿El 2019 qué?
~       No sé, decime vos, es tu turno.
~       (SUBE) Ah, sos graciosa, ¿eh?
~       Bastante.
~       (SUBE) Muy bien, ya que no tenés la menor gentileza de jugar conmigo, que me he mantenido quietecita aquí a lo largo de unos 25 días …
~       ¡Epa, los tenés bien contados!
~       (SUBE) Más o menos. Bueno, el 2019 podríamos decir que fue como un año límite para tomar conciencia de que la vida es cooperación.
~       ¡Uau, me dejás perpleja!
~       (SUBE) Ah, vos también tenés tus palabritas..
~       Sí, y esa me encanta.
~       (SUBE) Aprobada.
~       Gracias. Entonces, siguiendo con tus disquisiciones filosóficas, que más me suenan a divagues a la hora del té, concluiríamos en que el año pasado se venció el plazo para tomar conciencia de que la vida en solitario, cada uno cuidando su quintita, no va más.
~       (SUBE) Veo que vas entendiendo.
~       Bue, si te vas a burlar, sigo con lo mío y te quedás de nuevo ahí solita  …
~       (SUBE) ¡Perfecto, de eso se trata! De que no sigas con lo tuyo. Que te detengas, que mires con atención, que no corras detrás de una distracción y de otra y de otra. ¿Lo ves?
~       Ah, me usaste para …
~       (SUBE) Me la serviste en bandeja.
~       Good, como diría mi hermano. De todos modos, sería como distraerme con otra cosa, que en este caso vendrías a ser vos, la tarjeta SUBE.
~       (SUBE) No, no, mirá que sos dura, ¿eh? Esto no fue distracción.
~       Ah, no, ¿por qué?
~       (SUBE) La distracción te aleja de vos misma,  te anula el ejercicio de observarte, pensarte, sentirte.
~       ¿Sentirme?
~       (SUBE) Sí, sentirte.
~       ¿Qué,  y está mal distraerse?
~       (SUBE) Me cambiás de tema, pero te contesto: claro que no está mal  eso que suelen llamar distraerse; sólo que si es tu actividad principal, tu leitmotiv,  y no te das cuenta.…
~       Esperá, por favor, esperá que gugleo esa palabrita. No es que no la conozca pero nunca investigué sobre su origen.
~       (SUBE) Dale, vicio familiar ese, ¿eh?
~       ¿Cuál?
~       (SUBE) El de buscar el significado de las palabras.
~       Sí, me viene de mi padre. ¿Te molesta?
~       (SUBE) ¡No, para nada, al contrario!
~       Mejor así…. Entonces, veamos …
~       (SUBE)  Te la hago corta: se refiere a un tema recurrente..
~       ¿De qué hablás? 
~        (SUBE) De leitmotive ...
~       Ah, bueno, bueno, pero de todos modos me está faltando una parte de la premisa: ¿dónde queda ese otro del que hablabas? Porque aquí no lo veo.
~       (SUBE) Una vez que te has visto y te has pensado, y sentido, vas a poder ver a ese otro también en toda su plenitud.
~       ……………
~       (SUBE) ¿Suficiente por hoy?
~       No, contame algo más, esto me divierte.
~       (SUBE) Bueno, te cuento, entonces, que cuando no te obsesionás con la búsqueda de tanta distracción,  uno de las grandes beneficios que recibís es que no te vas a dejar engañar por el verso pulido y premeditado que se transmite a diario  a través de un murmullo constante  y casi imperceptible.
~       Ah …………..
~       (SUBE) Murmullo sutil en 4G, próximamente 5G,  metafóricamente hablando y aprovechando palabritas que se conocen…
~       Ajá …….
~       (SUBE) ¿Ajá qué?
~       No, nada ……
~       (SUBE) ¿Suficiente?
~       Ahora sí.
~       (SUBE) Ok, ahora podés dejarme aquí, donde siempre me dejás, y seguir con lo tuyo.
~       Muy graciosa.
~       (SUBE) Y ya sabés… si me necesitás, aquí estoy.... pero esperá, esperá un poquito. Una cosita más y te dejo: dejá de ponerle tanto nombre al coso ese ... 
~    ¿Entonces, todo ese circo pensante de co -operar y de vid-a, qué fue?
~       (SUBE) Una excusa para moverte de lugar.
~       Ah .... Ajá... Y entonces, ¿cómo te gustaría que lo llamara a este ....  coso?
~       (SUBE) Podrías llamarlo Pepito.
~   Increíble.
~       (SUBE)  ¿Te parece?


(SUBE: tarjeta para el transporte público)

                                                                 
                                                             Claudia M. Monasterio

sábado, 11 de abril de 2020

Pascuarentena



cuarentena                 
                    cuaresma

             paso

         a la libertad

                           con otros,no estoy sola.
                                  


                                                                       Equilibrio

               
                                                                                 me investigo, me descubro, honro mis pisadas, todas. 


Encuentro mi tesoro. Resurrección.
("Con las alas del alma", Eladia Bláquez)


viernes, 10 de abril de 2020

De pandemia a integración


La pandemia ya estaba instalada. La pandemia de deshumanización de la vida misma.  

Quiero creer – necesito creer- que este desrutinización de lo cotidiano nos está ayudando a "resetear" nuestro pensamiento, aunque no nos demos cuenta, incluso si creemos no desearlo. Transformación esencial, urgente y necesaria. Si así no fuera (y no lo creo), ¿qué sentido tendría todo este despliegue de mensajes, de buenos deseos, de meditaciones, clases online, aplausos en la noche, además del expendio en guantes, barbijos, lavandina y alcohol?
 Nada puede seguir siendo lo mismo después de la marejada que ha sacudido al mundo entero. Las señales de que algo estaba pasando han estado allí todo el tiempo, a diestra y siniestra, a lo largo y a lo ancho, desde hace años. El gigante se viene desmoronando, cayendo a cachos, y no es por este supuesto virus. Me animo a decir que hay un íntimo clamor en el alma de millones de seres humanos que viene suplicando un poco de piedad, un alto en esta batalla por sobrevivir.
Hace años que veo al gigante tambalear y cada vez que una parte de su estructura se convierte en alud, lo veo manotear desenfrenadamente para no derrumbarse. El asunto es que su alud arrastra a millones mientras el resto se relame.

La economía ya no puede seguir siendo la misma mierda usurera que nos atraganta el desayuno (a quienes podemos comer), que nos hace correr como energúmenos para poder pagar las cuentas, la que se cobra deudas con infartos; tampoco puede ser la que motiva operaciones matemáticas para definir cifras de pobreza en el mundo.  En nombre de la economía no se puede decir que cuesta mucho dinero darle agua potable o agua corriente a una parte de la humanidad. ¡Es obsceno! En nombre de la libertad financiera no se puede admitir que millones de seres humanos vivan oprimidos por la miseria mientras otros no saben qué hacer con sus billetes. ¡Es perverso! ¿Cuánto puede costar enseñarle a cada ser humano a valerse por sus propios medios, a generar sus propios recursos, a reconocerse digno? Cuesta sólo una decisión. Benditos sean quienes aplican sus conocimientos y su bondad para que esto sea posible en muchas pequeñas partes del mundo.
La política no puede seguir siendo un circo romano donde se arenga al público a desear la salvación de unos y la condena de otros que terminarán siendo masticados por la fiera hambrienta.
Los sistemas de salud no pueden ser elitistas  ni forzar a sus participantes a convertirse en engranajes de un mecanismo que gira frenéticamente sin conciencia de que hay allí un ser humano pidiendo ayuda.  
Por momentos la película me muestra  un conglomerado de desquiciados que día tras día aceptamos lo que no queremos, como si se nos hubiera doblegado la capacidad de comprender, de levantar nuestra voz, de respetarnos y amarnos como los seres que somos. Como si vivir fuera un regalito que amablemente nos dan quienes gobiernan el mundo cuando levantan la mesa y reparten las migajas que quedaron al costado de sus platos. ¡Y no me vengan con que otra cosa no se puede! ¡No me vengan con el cuentito de que no hay plata! ESTO NO ES UNA CUESTIÓN DE DINERO.

¿Qué nos pasó? ¿En qué momento mirar al otro dejó de ser  mirarlo? ¿En qué momento el altar mayor de muchos hogares pasó a ser la pantalla rectangular donde la crítica y la sentencia despiadada se enseñan como forma de vida? Y, como frutilla del postre, el juicio apresurado, el  fast-food mental. Un menú tóxico para un  orgasmo colectivo que mantiene en éxtasis anestésico a una inmensa manada que disfruta interpretando un papel grotesco en la tragicomedia cotidiana, en tanto un racimo de bienaventurados descubre  otro camino y lucha por él.

Una política sin espiritualidad  puede ser asesina o simplemente escasa.

Una atención médica sin espiritualidad puede semejarse al trabajo del mecánico que repara automóviles.

Una economía sin espiritualidad puede convertirse en la decisión del verdugo.

Una educación sin espiritualidad atiende el lucro antes que la ternura.


Y cuando digo espiritualidad no digo religión, no digo dogma, no digo creencias. Digo Agua, Tierra, Aire, Fuego.  Totalidad.


Sueño con que el contagio de miedo y sumisión inicie su cuenta regresiva hacia un punto cero donde, algún día de algún tiempo, la vida sea vida porque hubo un pensamiento que voló alto y se encontró con otros que volaban igual.



Claudia M. Monasterio


De la incoherencia a la cohesión: el año del lavarropas

Motivada por algunos hechos, me encontré un día pensando que la impunidad, sostenida en el tiempo, hace que la humanidad se estanque, simple...